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domingo, 5 de mayo de 2019

Lovemarks.

Resultado de imagen de hipocrates“Los hombres deben saber que el cerebro es el responsable exclusivo de las alegrías, placeres, risa y diversión, y la pena, desaliento y las lamentaciones. Y gracias al cerebro, de manera especial, adquirimos sabiduría y conocimientos, y vemos, oímos y sabemos lo que es repugnante y lo que es bello, lo que es malo y lo que es bueno, lo que es dulce y lo que es insípido… Y gracias a este órgano nos volvemos locos y deliramos, y los miedos y terrores nos asaltan… Debemos soportar todo esto cuando el cerebro no está sano…Y en este sentido soy de la opinión de que la víscera ejerce en el ser humano el mayor poder”. Hipócrates.  













Ya en su tiempo y sin saber lo que sabemos hoy en día del cerebro, Hipócrates ponía de manifiesto la importancia de este órgano como gestor de nuestras vidas. En el cerebro residen nuestras capacidades cognitivas,  nuestra memoria y nuestras emociones. Pero también es responsable de la mayoría de las funciones que desarrolla nuestro cuerpo: nuestros movimientos, el control de nuestros sentidos, los latidos del corazón, la presión sanguínea, la respiración, etc. El cerebro está también detrás de nuestras decisiones. Pero con lo mucho que ha avanzado la neurociencia en el conocimiento del cerebro son innumerables los enigmas que este órgano esconde todavía. La causa está en su complejidad. Una masa de 1,6 kilos de peso alberga 22.000 millones de neuronas impulsadas por una energía bioquímica generada por el metabolismo celular.


Resultado de imagen de redes neuronales



A los seres humanos nos gusta pensar que nuestras decisiones o al menos la mayoría de ellas se fundamentan en el razonamiento. Sin embargo, dos premios Nóbel de economía el psicólogo Daniel Kahneman coautor de la Teoría de las Perspectivas, y Thaler se encargaron de poner en solfa esta idea. Sus estudios pusieron de manifiesto que las conductas financieras se alejan casi siempre de los métodos probabilísticos racionales. Al justificar la concesión del premio Nóbel a Thaler , el Comité del Nobel expone: "Al incorporar nuevas ideas sobre la psicología humana el análisis económico, ha dotado a los economistas de una mayor riqueza de herramientas analíticas y experimentales para comprender y predecir el comportamiento humano". Uno de los conceptos más esclarecedores de Thaler es el denominado sesgo del presente: Tendemos a darle más peso al presente en nuestras decisiones y terminamos cometiendo errores. Preferimos comprar algo que nos satisfaga hoy frente a una ganancia futura. Estas preferencias pueden hacer que tomemos decisiones poco consistentes o irracionales. 

Cuando leemos las anteriores líneas entendemos mejor el cortoplacismo que inspira la política, tanto desde el punto de vista del votante como del gobernante; o el enfoque a resultados a corto plazo que guía las decisiones de muchos gestores empresariales. 

Volvamos al cerebro. Paul McLean, médico neurocientífico propuso la teoría evolutiva del cerebro triuno, que significa que el cerebro es en realidad tres cerebros:
Resultado de imagen de cerebro triuno
  • El cerebro límbico es el centro de las emociones e incluye dos estructuras denominadas hipocampo y amígdala y su desarrollo inicial se produjo en los primeros mamífieros para controlar las respuestas de lucha-huida o reaccionar ante las emociones tanto placenteras como desagradables.
  • El complejo R o cerebro reptiliano controla las funciones básicas como respirar, o gestionar movimientos. 
  • El Cortex controla el habla y el razonamiento.

No existe unanimidad en la comunidad neurociéntifica en torno a la teoría de McLean. Lo que si es cierto es que la división entre emoción y razón existe y condiciona nuestros comportamientos. En general también se acepta la idea de que gran parte de nuestras decisiones, incluso aquellas de especial importancia en nuestras vidas, como comprar una casa, o un coche, se toman desde el cerebro límbico. El cortex actúa menos de lo que creemos en el proceso de toma de decisiones y más a la hora de justificarlas una vez que las hemos tomado.

Las emociones no solo condicionan nuestros estados de ánimo, nuestra salud o nuestras reacciones frente a determinadas circunstancias. Son también el motivo de nuestras decisiones de compra o de lealtad a determinadas marcas.

Un vendedor de aviones ejecutivos en Estados Unidos contaba que después de horas de presentaciones, de razonar y argumentar ante sus clientes todos los valores racionales de sus aparatos, costes de mantenimiento, formación, consumo, etc, sabía que el negocio estaba cerrado cuando conseguía que el cliente se sintiera como un niño a los mandos en un vuelo de demostración.

Un estudio de IMEA (Índice de Medición de Empleados, elaborado por Alares) sobre una muestra de entrevistados fieles a diversas marcas, el 85% de ellos manifestó desconocer las razones de dicha fidelidad aunque reconocen que las acciones sociales de las empresas tienen gran influencia en su elección. Una buena política de Responsabilidad Social Corporativa es el elemento de motivación más frecuentemente mencionado. Se cita también el trato humano o la experiencia de compra.

Un factor que echamos de menos en este estudio sobre la lealtad a las marcas es el que tiene que ver con la afectividad. Me refiero al fenómeno las Lovemarks, el "amor" hacia determinadas marcas que formaron parte del paisaje de nuestra infancia. Marcas que nuestros padres ponían en la mesa del desayuno, por ejemplo. Todos tuvimos durante nuestra infancia o juventud una marca de coches favorita, que probablemente lo sigue siendo en la madurez. Marcas que coleccionamos, o incluso de las que nos sentimos orgullosos de ser usuarios. Somos de esas marcas como lo somos de un equipo de fútbol y lo somos "manque pierdan", aunque no sean las mejores marcas, ni ofrezcan las mejores prestaciones. Es evidente que tener el status de lovemark es una posición de privilegio que no es fácil de alcanzar.

La neurociencia, nos dará muchas claves en el futuro en relación a los mecanismos emocionales que unen a los seres humanos con sus marcas. Conviene permanencer atentos a sus avances porque de ella emanarán grandes aportaciones al marketing en el futuro.




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miércoles, 6 de julio de 2016

Trascender de la condición de vendedor.

Los entornos competitivos actuales obligan a las empresas y a sus vendedores a adoptar diversas estrategias a la hora de ganar la voluntad del cliente. Así, las relaciones entre vendedores y clientes pueden entenderse por un lado como un proceso transactivo: Intercambio puro de bienes y servicios por dinero. Esta orientación en los negocios es positiva siempre y cuando las expectativas de los compradores no vayan más allá, y exijan del vendedor un mayor aporte de valor. En el otro extremo encontramos estrategias denominadas de relación total, en las que el vendedor asume funciones específicas dentro de las estructuras del cliente. Entre ambos extremos encontramos estrategias de relación reactivas, "respondemos a la llamada del cliente cuando nos necesita", responsables, "somos asesores de nuestros clientes", o proactiva "nos anticipamos a sus problemas".

El vendedor, constructor de realciones
Ninguna estrategia competitiva es mejor que otra por la misma razón que no no hay clientes  iguales, con las mismas dimensiones en volumen de negocio o rentabilidad, o con la misma carga de servicio. Cada vendedor asume las estrategias más conveniente pudiendo ser más transactiva o más proactiva según el comportamiento de compra del cliente.

Lo que si parece evidente es que los vendedores modernos deben ser capaces de trascender de la condición de meros proveedores. En su lucha por ganar la voluntad del cliente y construir relaciones sólidas con ellos, los vendedores han de posicionarse adecuadamente sobre valores que van mucho más allá de los de un simple promotor de intercambios comerciales. Por ejemplo, el que el cliente nos vea como asesores a la hora de tomar decisiones supone una ventaja competitiva evidente. 

En Danone son expertos en merchandising.
Danone obtuvo importantes ventajas competitivas en su relación con los gigantes de la distribución, no solo por su condición del líder del mercado, sino por su dominio de técnicas de merchandising de gestión que mejoraban la rentabilidad del punto de venta en más de un 30%. Danone formó a los responsables de sección de las grandes superficies en el manejo de un programa innovador de gestión denominado Apolo y esto le supuso importantes privilegios a la hora de negociar con sus clientes.

Nissan exige de sus proveedores un alto grado de integración en sus procesos internos y en el diseño de productos y tecnologías y un aprovisionamiento just in time. Pero además, se preocupa de conocer sus procesos internos para que se adapten a los suyos. Nissan, como el resto de fabricantes japoneses de automóviles,  exige de sus proveedores una relación intensa, homogénea, y desde luego bien alineada. Más parecida a una relación de sociedad (relación total) que a una relación cliente-proveedor, la confianza mutua resulta fundamental. 

Meliá Hoteles busca involucrar a sus proveedores en su cadena de valor, y la externalización de servicios se ha convertido en una parte importante de la estrategia empresarial de muchos de los grandes grupos hoteleros.

Los ámbitos de relación entre vendedores y clientes son amplios y ofrecen grandes oportunidades para construir relaciones sólidas y alcanzar el objetivo de ganar voluntad del cliente. Además de los consabidos servicios postenta, I+D+I, los procesos administrativos comerciales, la logística, la formación, la adopción de nuevas tecnologías, la comunicación publicitaria, son campos de colaboración en los que los vendedores pueden generar valor añadido,  ahorrando costes y mejorando la rentabilidad, reduciendo plazos, alcanzando objetivos mancomunados. Los vendedores se transforman en administradores de relaciones. Asumen la responsabilidad de identificar oportunidades, organizan los recursos que su empresa les proporciona y velan por la salud económica de la relación. 



Cuanto más significativos sean para el cliente los valores que el vendedor aporta, más sólida y rentable será la relación a largo plazo.

lunes, 31 de agosto de 2015

Mala información, malas decisiones

La información es la materia prima esencial de la que se nutren los gestores para tomar decisiones. Es obvio que un información inexacta y/o incompleta puede conducir a errores importantes. El presente artículo que hemos traducido de business2community nos cuenta la experiencia amarga que vivió Coca Cola hace unos años con el lanzamiento de la New Coke causada por una investigación de mercado mal enfocada.

Una investigación de mercado formalmente correcta, a menudo esconde errores estratégicos que pueden inducir, por  ejemplo, al fracaso del lanzamiento de un producto en el mercado.  El gigante Coca-Cola sufrió en sus propias carnes las consecuencias de una investigación de mercado mal enfocada. El lanzamiento del New Coke fue un bluf de grandes dimensiones cuyo origen se halla en una mala investigación. Algunos llegan a considerarlo el peor bluf de todos los tiempos.

Coca-Cola nunca ha admitido las pérdidas que este error le supuso pero sabemos que gastaron $ 4 millones en el desarrollo del producto y las pérdidas totales una vez retirado el producto se estiman en  $ 30 millones.


Puestos a buscar las causas, el dedo acusador no tardó en señalar al equipo de investigación de mercados que llevó a cabo más de 200.000 pruebas de sabor para confirmar que los investigados prefirieron New Coke sobre Coke Classic y Pepsi. Pero, lo cierto es que la preferencia organoléptica no es el único factor que influye en las decisiones de compra.  Una lección para la marca.

Las Guerras de la Cola:



The Coca-Cola Company siempre ha mantenido su liderazgo superando a Pepsi hogadamente. Pero una campaña de marketing genial por parte de Pepsi en la década de los 80 la coloca como la bebida de la gente joven. Asociando su imagen a los grandes artistas musicales del momento como Michael Jackson, Pepsi logra que Coca Cola empiece a verse como la bebida de un generación anterior. A principios de 1980, Coca-Cola había perdido su control sobre el mercado de refrescos y sólo controlaba el 24 por ciento de la cuota de mercado.



Encima los tests ciegos arrojaban una mejor valoración de la segunda marca sobre la primera debido a su fórmula más dulce. La idea de Coca-Cola era lograr que una nueva cocacola superase en preferencia tanto a la  antigua Coca-Cola como a Pepsi.

Mal gusto en Investigación de Mercados



Nadie podría achacar a Coca-Cola el no tomara medidas. La investigación realizada con una muestra de doscientos mil encuetados, demostró que la New Cocke era preferida a su primer competidor y a su fórmula antigua. Por lo tanto, cuando finalmente salió al mercado en 1985, la compañía se sintió  respaldada por sus estudios y puso fin a la producción de la antigua Coca Cola. 

¿El resultado? Los consumidores rechazaron el cambio. Coca-Cola recibió más de 400.000 llamadas telefónicas y cartas airadas de bebedores de Coca-Cola manifestando  su descontento con el nuevo producto. En menos de tres meses, la New Coke fue retirado de los estantes y la vieja Coke reapareció, como Coca-Cola Classic.



¿Cómo llegó Coca-Cola a tales circunstacias?  Veamos algunos de los errores cometidos. 

Los clientes fieles a la marca estaban motivados por algo más que por el sabor. Los investigadores solo se preocuparon por esta variable. Es verdad que la mayoría de la gente le encantaba New Coke pero los consumidores toman decisiones de compra también basadas en la costumbre, la nostalgia y la lealtad.


Coca Cola es un referente del sector de colas en Estados Unidos. Es mucho más que una marca líder, forma parte de la cultura y la identidad americana. Los cambio generaron mucha confusión entre los consumidores que no consideraban la nueva Coca Cola como una opción y nadie les preguntó que haría si la Coca Cola de siempre desaparecía. Y la verdad es que la respuesta de los consumidores fue drástica.

Los investigadores se centraron solamente en lo físico del producto, olvidando su alma, donde radican los valores que la convierten en la preferida. Coca-Cola también tenía un significado simbólico para los compradores, muy especialmente en el mercado americano. Para un grupo que prefiere la tradición, la New Coke no estaba en condiciones de dar el relevo a la antigua. 

Un estudio de mercado no es sólo un juego de números. Olvidar los sentimientos y actitudes hacia la marca y confiar solo en pruebas de sabor, supuso que Coca-Cola se quedase en sus almacenes con una ingente cantidad de producto y lo que es peor, con  los consumidores de mal humor. Toda una mancha negra en la trayectoria de la gran marca americana.


Todo volvió a funcionar una vez que  la Coca-Cola tradicional (Classic) fue reintroducida. Las ventas en realidad mejoraron con respecto al mismo período del año anterior (en parte porque los consumidores comenzaron a acaparar el producto en previsión de un nuevo Coke-ageddon). Los consumidores pudieron respirar con alivio, y las empresas de todo el mundo aprendieron dos lecciones valiosas: 


a) El cliente decide.
b) Sólo una buena investigación de mercado sin errores de enfoque pueden evitar un fracaso de las proporciones de la Nueva Coca-Cola.

Más información en http://www.business2community.com/consumer-marketing/market-research-fail-new-coke-became-worst-flub-time-01256904#R4bekWxrwKayG2id.99

jueves, 9 de mayo de 2013

7 lecciones de fidelización de clientes que las marcas pueden aprender de Lady Gaga


Con 23 millones de discos vendidos en todo el mundo, 37 millones de seguidores en Twitter y 57 millones de “likes” en Facebook, Lady Gaga no es sólo una de las personas más poderosas de la industria musical sino también del universo 2.0. Y lo es no sólo por su arrollador talento como artista sino también por ser toda una “maestra” en la fidelización de sus “clientes”. Convince & Convert desgrana a continuación algunas de las lecciones de fidelización de clientes que las marcas pueden aprender de Lady Gaga:



1. Ponga el acento en las minorías
Lady Gaga tiene millones de fans repartidos por todos los rincones del planeta, pero se centra sólo en el 1%, en aquellos que constituyen el núcleo duro de la comunidad generada en torno a su música y que prenden la mecha del boca-oreja. ¡Separe el grano de la paja e identifique a los “superfans” de su marca, aquellos con potencial para convertirse en evangelizadores de su empresa!

2. Apueste por el liderazgo con valores
Lady Gaga se distingue de otros cantantes por defender a viva voz unos valores muy claros. La famosa cantante premia es la “heroína” de aquellos que se sienten marginados o simplemente diferentes. Y por ello todo lo que hace genera tanta fidelidad entre sus fans. ¡Elija unos valores para su marca y agárrese a ellos como a un clavo ardiendo!

3. Construya una comunidad
Lady Gaga no se contenta con tener legiones de fans repartidos por todo el mundo, sino que se preocupa además de promover las interacciones generadas en torno a su música y su persona a través de su propia red social Littlemonsters.com. ¡No basta con tener clientes, preocúpese también de alentar las conversaciones entre ellos!

4. Dé un nombre a sus fans
“Little Monsters” es el apelativo que utiliza Lady Gaga para referirse a sus fans más fieles. De esta manera, la célebre artista logra que sus fans se sientan parte de algo. ¡No se olvide de bautizar con un nombre a los miembros de su comunidad para reforzar así los vínculos con ellos!

5. Utilice símbolos compartidos
Lady Gaga ha creado multitud de símbolos en torno a ella y su música (las garras de monstruo, las imágenes de unicornios o el maquillaje de calavera) que son compartidos profusamente por sus fans. ¡Sea creativo y cree símbolos en torno a su marca que sus clientes puedan después compartir!

6. Haga sentir a sus fans como si fueran estrellas del rock
Lady Gaga es fan de sus fans. En sus conciertos siempre saca a alguno de sus fans al escenario y lo convierte en el centro de todas las miradas. ¡Premie a sus clientes y haga que se sientan estrellas del rock!

7. Dé que hablar
Lady Gaga es la reina del boca-oreja y sabe siempre cómo prender la mecha de la conversación entre sus fans. ¡Échele imaginación y cree contenido que esté en boca de sus clientes!

Fuente: Marketing Directo.